“GROUNDING”

“Grounding” o Enraizamiento

Disciplinas Holísticas

“𝗚𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴” : 𝗖𝗼𝗻𝗲𝗰𝘁𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝗧𝗶𝗲𝗿𝗿𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗖𝘂𝗶𝗱𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗖𝗲𝗿𝗲𝗯𝗿𝗼

Caminar descalzo sobre la tierra, el césped, o la arena no es una moda pasajera ni una práctica alternativa sin fundamento. Se trata del "grounding" o "enraizamiento", una costumbre ancestral que hoy en día cuenta con respaldo científico y puede ofrecer beneficios reales, especialmente para el adulto mayor con Alzheimer.

¿𝗤𝘂𝗲́ 𝗲𝘀 𝗲𝗹 “𝗴𝗿𝗼𝘂𝗻𝗱𝗶𝗻𝗴” 𝗼 “𝗲𝗻𝗿𝗮𝗶𝘇𝗮𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼” 𝘆 𝗰𝗼́𝗺𝗼 𝗳𝘂𝗻𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮?
La Tierra mantiene una carga eléctrica negativa constante. Al caminar descalzos sobre superficies naturales como césped, grama, tierra húmeda o arena, nuestro cuerpo entra en contacto directo con esa carga y absorbe electrones libres, que actúan como antioxidantes naturales. Estos electrones ayudan a neutralizar los radicales libres y a reducir la inflamación crónica, un factor vinculado con el deterioro cognitivo.

¿𝗤𝘂𝗲́ 𝗱𝗶𝗰𝗲 𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮?
Investigaciones publicadas en revistas como 'Journal of Environmental and Public Health' y 'Frontiers in Physiology' muestran que el "grounding" puede:

* Reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, que suele estar elevada en personas con Alzheimer y sus cuidadores.
* Mejorar la calidad del sueño, favoreciendo un descanso más profundo y reparador.
* Disminuir el dolor crónico y la inflamación sistémica, ambos comunes en adultos mayores.
* Equilibrar el sistema nervioso autónomo, promoviendo un estado de relajación (parasimpático) frente al estrés (simpático).
* Optimizar la función cardiovascular, a través de una mejor variabilidad de la frecuencia cardíaca.

¿𝗬 𝗾𝘂𝗲́ 𝗯𝗲𝗻𝗲𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗽𝘂𝗲𝗱𝗲 𝘁𝗲𝗻𝗲𝗿 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗔𝗹𝘇𝗵𝗲𝗶𝗺𝗲𝗿?
Aunque el grounding no es una cura, puede ser un complemento valioso para mejorar la calidad de vida. Al reducir el estrés, mejorar el sueño y modular la inflamación, puede ayudar a:

* Disminuir episodios de agitación o ansiedad.
* Mejorar el estado de ánimo, la conexión con la naturaleza, sus sonidos y su entorno.
* Fomentar momentos de presencia, calma y bienestar, tanto para la persona con Alzheimer como para su cuidador.

¿𝗖𝗼́𝗺𝗼 𝗽𝗿𝗮𝗰𝘁𝗶𝗰𝗮𝗿𝗹𝗼?
Simple: caminar descalzo 15 a 20 minutos al día sobre superficies naturales. Llevarlo al patio, al jardín, un parque o la playa pueden convertirse en espacios terapéuticos. Es una práctica gratuita, accesible, segura (bajo supervisión) y profundamente restauradora.

~V Stgo Fournier, Ph.D. , M.A. , Psicoterapia, Psicología Budista, Tanatología

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